domingo, 13 de noviembre de 2011

Observar aves en la laguna de Cospeito

Finales del otoño e invierno, particularmente entre noviembre y febrero, es la mejor época para observar aves acuáticas, pues llegan a la península las aves procedentes del norte de Europa para pasar aquí los meses más fríos.

La laguna de Cospeito es el humedal más próximo a mi domicilio, así que es a donde me dirijo con más frecuencia a observar este tipo de aves. También me permite controlar su llegada, y no meterme varios centenares de kilómetros en busca de otro humedal y descubrir que la mayoría de los invernantes no han llegado.

Vista de uno de los observatorios sobre la laguna de Cospeito
 
La capitalidad del ayuntamiento de Cospeito es Feira do Monte. La laguna está casi pegada a dicho pueblo. Si llegamos desde Lugo, atravesaremos el pueblo y, antes de la gasolinera, tomaremos la calle que nos sale a la izquierda haciendo una curva muy cerrada. La primera calle a la derecha ya tiene una indicación a la laguna, sólo hay que seguir el resto de indicaciones.


Ver Humedales de Galicia en un mapa más grande

 
La laguna de Cospeito tiene unas 6 ha recuperadas del total de las 70 ha con que contaba en los años 60, antes de que la desecaran. Está circundada por un camino peatonal en el que se levantan 5 observatorios, no todos útiles, ya que la vegetación ha crecido mucho, y se ve que las autoridades responsables prefieren que se inutilicen antes que cortar las ramas de los árboles que los cubren.

Este es el observatorio situado al lado del aula de la naturaleza

 
Hay sitio para aparcar frente al aula de la naturaleza, también hay aquí servicios para autocaravanas. Este aula no tiene gran cosa, pero cuenta con un cuarto de baño por si nos da un apretón. Eso sí, el baño lleva meses sin luz. Aquí tenemos también el primer observatorio, de piedra y elevado sobre un montículo. Está un poco alejado de la laguna, pero permite una observación general. Para llegar a los demás, lo mejor es seguir el sendero por detrás del aula de la naturaleza.

 
El siguiente observatorio es de madera y está elevado. Nos ofrece una buena panorámica de la laguna y las aves se pueden ver muy bien con ayuda de un telescopio.

 
El tercer observatorio es de piedra y está situado en la misma orilla de la laguna. Es un buen lugar para la observación de cerca y para practicar digiscoping si los responsables del mantenimiento de la laguna se han molestado en cortar las ramas de los arbustos que crecen delante. No suelen ser muy generosos, pero este año no es de los peores. El sendero por el que accedemos a este observatorio discurre pegado a la laguna y, aunque hay muchos arbustos rodeando el camino, las aves nos ven al pasar, y las más próximas levantan el vuelo. Esto no suele ser un gran problema, pero si queremos evitarlo podemos rodear la laguna en el otro sentido (camino más largo) o entrar en el observatorio antes del amanecer.

 
El cuarto observatorio es una caseta de madera elevada como el segundo. Está un poco alejado de la laguna. Ofrece una amplia panorámica, pero la vegetación que crece pegada a la laguna limita cada vez más la visión.

 
Al quinto y último observatorio, también de madera y elevado, se lo comen las ramas y no sirve para nada.

 
Ansioso por comenzar a observar aves acuáticas, me acerqué a la laguna el 1 de noviembre pasado. Fue un poco decepcionante. Había muchísimas aves, pero no vi otra cosa que no fueran ánades reales. Supuse que este otoño veraniego que hemos tenido retrasará la llegada de las aves invernantes.

 
Ayer, 12 de noviembre, regresé a ver cómo iba la cosa y hubo más suerte. Además de los ánades reales también se dejaron ver algunas fochas comunes, que debía de estar muy escondidas en la anterior ocasión, y las primeras aves invernantes en pequeño número: porrón moñudo, cerceta común, pato cuchara y un ánade friso poco antes de regresar.

Si os acercaís a Cospeito, son muchas más las aves que podéis ver en la laguna, seguramente aumentarán conforme se acerque el invierno. Otras especies comunes son zampullín chico, polla de agua, garza real, ánade silbón, porrón común, ánade rabudo, rascón, zarapito real, martín pescador, cormorán...

miércoles, 31 de agosto de 2011

¿Aguardos de caza como hides fotográficos?

Como saben los aficionados a la fotografía de animales en general y de aves en particular, los escondites o hides específicos para esta disciplina son bastante caros. Cuestan más de 300 euros los hides tradicionales con forma de iglú y de calidad, aunque recientemente ha salido un modelo de Sealth Wildlife que se queda en los 200 euros y tiene muy buena pinta aunque es bastante grande.

Hide fotográfico de la marca Stealth Wildlife

Muchos aficionados optaban por improvisar sus propios hides, por ejemplo como os hemos mostrado en http://www.vivelanaturaleza.com/Bricolaje/hide.php; si bien, navegando por la web podéis ver que hay tantos tipos de hides improvisados como aficionados a la  fotografía de aves. 

La otra alternativa era emplear aguardos de caza, que son más baratos.  El aguardo de caza tradicional es un prisma rectangular. Carece de techo, por lo cual hay que cubrirlo con algo, y tampoco está preparado para la fotografía, así que hay que cortar la tela para hacer un agujero por donde sacar el objetivo y ver lo que sucede en el exterior y cubrirlo con una red mimética. Muchos fotógrafos lo han utilizado con buenos resultados.
Aguardo de caza típico

Tras la aparición de las primeras tiendas de campaña con flejes de acero, a alguien se le ocurrió usar este sistema también en los aguardos de caza. Probablemente el más conocido en su día y el más presente en la red fue el hide de Decathlon.  Me parece que ya está descatalogado, pero podéis verlo aquí. Creo que tuvo bastante éxito entre algunos fotógrafos  –al menos de ventas- , no obstante a mí nunca terminó de convencerme. Lo primero, el color mimético, que más que camuflar cantaba a gritos al colocarlo en el campo; la tela también era muy fina, y, con el sol de espaldas, tu sombra se proyectaría en el frente y cualquier movimiento tuyo en el interior sería advertido por los animales; por otra parte, las ventanas eran enormes, innecesariamente grandes para un hide fotográfico  y nada prácticas; también su tamaño general es bastante grande, sobre todo una vez que le ponemos el techo, y cuanto más grande, más visible para los animales.  También es cierto que estos inconvenientes se podían solucionar echando mano de redes miméticas, telas opacantes  u otros sistemas caseros, quitándole el techo y camuflándolo bien, pero era un trabajo añadido que iba en contra de la portabilidad y rapidez de instalación del hide, y que personalmente prefería evitar.

Hace tiempo que quiero adquirir un hide comercial para poder instalarlo y desinstalarlo rápidamente en cualquier parte (ventaja de la que suelen carecer los hides domésticos), aunque  no terminaba de decidirme por ningún modelo. Pero recientemente encontré en la sección de caza de Ebay, tres modelos de los cuales dos me parecieron muy interesantes. En cierto modo era una compra arriesgada: el vendedor no admitía devoluciones y, aunque la descripción era bastante detallada, no sabía si me iba a encontrar con inconvenientes parecidos a los  del hide de Decathlón. Pero como la puja partía de 1,99 euros, pujé. Tuve la suerte de que no había muchas personas interesadas y pagué por los dos hides, incluidos los gastos de envío, menos de lo que costaba uno sólo sin gastos (en torno a los 100€). Ahora solo quedaba esperar a recibirlos y comprobar cómo son de apropiados para la fotografía.
 
Pues bien, recibí una grata sorpresa.
Aquí podéis ver los dos modelos antes de montarlos.  Son de la marca Wilder Store. Ambas fundas llevan correas para poder transportarlos a la espalda como si fueran mochilas,  traen sendas bolsas de piquetas e instrucciones de montaje (en inglés), y el grande (el de la bolsa circular, más pequeña), además, dos varillas para el techo.


El grande recuerda por sus formas al hide de Decathlón, pero sin su techo aparatoso, el cual ya va incorporado.  Una vez abierto (se abre como una centella) este es el aspecto que tiene.

Puesto de pie ya podría servir. Dispone de una puerta de acceso en la parte posterior, tres grandes ventanales en los laterales con sendas ventanas de menor tamaño. También presenta dos pequeñas ventanitas en la parte frontal  de las cuales ignoro la utilidad… Se me acaba de ocurrir que por ellas podría sacar un micrófono direccional cuando grabe vídeo.

También podemos colocar en el interior las varillas que trae para el techo, esto siempre antes de fijarlo al suelo con las piquetas. Las varillas dan solidez al conjunto y, como es muy ligero, nos permiten levantarlo y cambiarlo de sitio con facilidad sin que se deforme.
 
Es grande, aunque no exagerado: sin el techo es un cubo de 1,4 x 1,4 x 1,4m; al ponerle las varillas al techo crece unos 30cm más. El color del camuflaje es mejor que el de Decatlón. Por otra parte, si quieres fotografiar con un amigo cabréis los dos perfectamente.

El interior viene plastificado en negro, lo cual significa que es IMPERMEABLE –al menos en teoría-  Y OPACO, lo primero muy útil y lo segundo esencial en un buen hide fotográfico.  ¿Por qué digo impermeable en teoría? Porque aunque efectivamente la cubierta está plastificada, todos los visibles agujeritos de las costuras son goteras potenciales.
Respecto a los ventanales, como ya comenté dispone de los mismos grandes ventanales que el hide de Decathlon, pero en el centro de estos cuenta con unas ventanas más pequeñas muy adecuadas para sacar el objetivo y observar a los animales. Estas ventanas tienen una red mimética sujeta con velcro, de forma que se puede desprender en su parte inferior para sacar el objetivo y mantener en su sitio la parte superior para que no se nos vea. La red mimética está por encima de la cremallera, eso significa que para abrir la ventana tendremos que separar primero el velcro, bastante ruidoso.

La red mimética, es bastante fina, y si acercamos nuestra cara a más de una cuarta y media se nos verá desde el exterior. Lo más adecuado es añadir otra red mimética más densa sobre ésta. Podemos abrir un poco la cremallera del ventanal grande sobre el pequeño y colgar la red mimética de la ranura; o bien colocar las redes de los otros ventanales en el interior sujetándolas a la parte superior del velcro que habremos despegado al efecto.
 
En cuanto al plegado, no presenta dificultades en cuanto le coges el truco.  Mientras no se lo coges es sencillamente imposible. Este video del hide de Decatlhon puede ser de ayuda.

 
El otro modelo incluye una cómoda silla, y a pesar de ello viene todo en una pieza y se monta y desmonta con facilidad. Por cierto, este modelo también estaba disponible con dos sillas ¡y con dos sillas y una mesa! Es curioso, aunque perderán la ventaja de su tamaño comedido.

Al sacarlo de su funda y liberarlo de la correa que lo sujeta, la silla se despliega sola y los tres flejes de la cubierta quedan en la parte de atrás.

Estos flejes, al llevarlos hacia delante, cubren la silla conformando el escondite. Conviene colocar las dos piquetas posteriores y las centrales para que la tela no se agite continuamente al viento.

El fotógrafo se sienta entonces en la silla con su trípode y su cámara, lleva los flejes hacia adelante y queda dentro del hide. Es importante, aunque nada cómodo, colocar ahora la piqueta de la parte frontal, ya que de lo contrario, la tela tendría el efecto de una falda agitada por el viento y mostraría nuestras piernas revelando nuestra presencia en el interior.

Cuenta con un gran ventanal frontal, de escasa o nula utilidad para un fotógrafo, en cuyo centro tiene una pequeña ventana con las mismas características que las del hide grande, es decir, apropiadas para sacar el objetivo de la cámara.  Tiene además dos ventanales por cada lateral, también con red mimética sujeta con velcro y cubierta opaca con cremallera. En este aguardo, la red mimética está por delante del cierre con cremallera, por tanto no hay que despegar el velcro para abrir la ventana, aunque sí para poder sacar el objetivo, lógicamente. El sistema es mucho mejor, pues nos permite abrir un ventanal lateral sin hacer ruido.

La tela de este aguardo, especialmente por delante, me ha parecido escasa, le faltan 7 u 8 centímetros para llegar al suelo, aunque los pies quedarán bien escondidos en el interior, al menos hasta que tras varias horas de espera ya no sepamos como sentarnos y comencemos a estirar las piernas. Por otra parte, la ventana por donde sacamos el objetivo de la cámara está muy alta para fotografiar a gusto con mi 1,70 de estatura,  tendría que poner un cojín… o dos en el asiento para poder desenvolverme con comodidad. Una persona más alta probablemente no tendría este problema, pero los bajitos… El plegado es sencillo y no encierra ningún problema.


Visto todo esto me parecen dos hides de lo más recomendables en cuanto a su relación calidad-eficacia-precio. Cierto que ambos tienen pegas. Podrían mejorarse reduciendo un poco el tamaño del grande, haciendo más densa la red mimética de los ventanales para garantizar nuestra total invisibilidad en el interior o, puestos a pedir, con unas mangas de camuflaje para los objetivos. Pero no debemos olvidar que estamos hablando de aguardos de caza y no de hides fotográficos. Y, por unos 100 -130 euros dispondremos de un escondite portátil que podremos montar y preparar para sacar fotos en 5 minutos sin preocuparnos de nada mas.

Estos modelos podéis encontrarlos en la sección de caza de ebay, aunque no sé durante cuanto tiempo; también los he visto en la web de la Armería Álvarez  https://www.a-alvarez.com, en este caso, el grande con un patrón de camuflaje más atractivo;  el modelo con la silla está disponible en http://www.weboryx.com.  Seguro que los hay en otras tiendas pero, ante la duda, preguntad antes de adquirirlos si la tela es opaca y si los ventanales tienen redes miméticas.





sábado, 9 de julio de 2011

Ocho trucos para mejorar la comodidad y eficacia de tu hide casero

Os mostramos unos trucos sencillos para mejorar el hide casero que os enseñamos a fabricar en el artículo de www.vivelanaturaleza.com "Fabricar un escondite "hide" con ángulos de estanterías para fotografiar aves".


1.- Normalmente nos pasaremos muchas horas seguidas en el interior del hide sin apenas poder movernos, por eso es importante estar cómodos.  Un cojín mejorará notablemente nuestra comodidad.


2.- Cuando fotografiamos en invierno, las noches serán casi siempre muy frías y es muy importante abrigarse bien. Una manta de viaje colocada sobre las piernas nos hará más confortables las horas.





3.- El suelo helado transmite el frío a nuestros pies con rapidez. Si los apoyamos sobre una superficie aislante, como este plástico hueco, los mantendremos más calientes.





4.- Podemos aumentar el tamaño del agujero por donde sacamos el objetivo y cubrirlo con una red mimética, así tendremos mejor visibilidad y podremos observar a los animales sin que estos nos vean.  Podemos sujetar la red mimética simplemente con imperdibles.





5.- Cuando hace viento, la tela se agita y se abomba de forma muy molesta y, si estamos utilizando una cámara de video o grabando video con una compacta de zoom largo es muy fácil que la tela, al agitarse, se coloque delante del objetivo arruinándonos la toma. Si sujetamos la tela al ángulo interior con imperdibles solucionaremos este problema.





6.- Si el suelo de nuestro hide es de tierra, podemos dejar nuestra mochila sobre una plancha de plástico u otro material para no ensuciarla.


7.- Cuando llueve, no sólo nos mojamos dentro del hide, además, el techo se comba hacia dentro por el peso de la tela mojada. En nuestro caso le hemos colocado un techo de plástico rígido que lo mantiene en su sitio aunque esté empapado y podremos fotografiar aunque diluvie a condición de proteger nuestros objetivos del agua.





8.- Si el hide se queda pequeño por la proliferación de trípodes (en el mío ahora suelo tener tres: una para la cámara de fotos, otro para el flash y otro para la cámara de video) podemos “aumentar” el espacio para movernos dentro si practicamos un agujero a la tela para sacar al exterior una de las patas de los trípodes.

sábado, 11 de junio de 2011

Construir un estanque de PVC

El estanque que os muestro aquí lo construí en el 2008 para atraer anfibios a reproducirse y aves a beber y bañarse. No es demasiado grande, 150x250cm aproximadamente, porque no disponía de agua corriente y tendría que llenarlo y reponer el agua evaporada en verano con cubos desde un pozo cercano.

Antes de excavar es importante tener claro qué forma queremos darle, cuantas profundidades, nivelar bien el terreno y marcarlo con estacas.


Este tiene una profundidad de unos 40 ó 50cm. La zona más profunda es para disponer las algas y los nenúfares. Además posee  un escalón intermedio con forma de “L” -ya que el espacio no daba para más-  donde colocar jardineras con plantas que necesitan tener las raíces encharcadas, como los acoros, los juncos o las espadañas. En el borde tiene también una zona para colocar las piedras de la orilla y que queden semi sumergidas.


 Para proteger la lámina de PVC de piedras o raíces que pudieran rasgarla, cubrimos el fondo con periódicos.

En otras ocasiones había utilizado PVC del que se emplea para usos agrícolas, pero es un riesgo porque es muy fino y se perfora con facilidad. Además, si queda alguna zona a la intemperie, con el paso de los años terminará rompiendo. Así que esta vez empleé PVC específico para estanques adquirido en http://www.aquabazar.com/, que es más grueso, más resistente a las roturas y a la acción del sol. Una vez colocado el PVC hay que llenarlo de agua antes de colocar las piedras de la orilla.


Con el fin de facilitar el acceso a las aves, una parte importante de su superficie la forma una playa pedregosa con diferentes profundidades, de manera que siga siendo accesible aunque la profundidad del estanque varíe unos 15 cm por la evaporación.

 Este es el aspecto final del estanque, lleno de agua, decorado con piedras y con las primeras plantas. Yo creo que nos quedó bastante bonito, ¿y vosotros?